La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

martes, 12 de marzo de 2013

Puentes de Plata

Con el paso del tiempo me he dado cuenta de lo sabio que es el refranero español al decir: Perro ladrador poco mordedor. Porque aquel que dice mucho, promete e incluso jura, y al final todo se queda en palabras, merece lo mismo que ha hecho nada. No obstante. A enemigo que huye, puente de plata.

Aprendí que si no puedo cumplir algo, o si hay posibilidades de imposible. 
Mejor callo, y solamente digo lo que realmente puedo llegar a cumplir.

domingo, 10 de marzo de 2013

Fifty fifty

Aprendí que usar el corazón te ayuda a vivir, te ayuda a disfrutar de la vida, a enamorarte a ser lo que quieres. Pero quién solamente vive con el corazón se presta al dolor, pues hay que usar la cabeza para evitar todos los problemas que va a causarte guiarse solamente por el corazón. Pero bien es cierto que todo aquel que solo usa la cabeza, está condenado a una vida vacía.
Hace falta la mitad de cada uno para vivir y disfrutar pero no ser un parguela.
Muchas son las cosas que nos condicionan a cada uno de los seres humanos, tanto nuestras virtudes como todos nuestros defectos que nos hacen más únicos. Pero pocas cosas encontrarás en este mundo, tan fáciles y tan abundantes como es el prejuzgar a las personas sin importar la verdad, únicamente tachar y juzgar sin saber todo lo que una persona es, siente y opina. No obstante incluso cuando conocemos a una persona, cuando sabemos cómo piensa, qué opina y cómo es. Aún así, prejuzgamos por cualquier cosa que nos digan. Aquellas personas que no tienen nada que ver, hablan de nosotros y hacen que los demás nos juzguen olvidando lo que conocen de nosotros.

Verdad verdadera, lucha sin precedentes


Aquella persona que ante todo, defiende su verdad. Sin importar los pros y los contras, sin importar lo que digan o lo que piensan, sin importar jamás los prejuicios ni lo que pretenden que veamos a través de sus ojos. Defender la verdad, defender lo que creemos auténtico, sincero. Verdadero.
Solo aquel que lucha sin pensárselo, sin darse por vencido, pues el no ya lo tenemos. Es quien verdaderamente cree lo que defiende, y lo cree justo y verdadero. Verdaderamente cree en la verdad que confirma. Y si no luchamos por nuestras propias verdades nos estamos traicionado a nosotros mismos.