La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

jueves, 26 de febrero de 2015

Quietud vs correr.

Odio la sensación de que estoy parado y dejando pasar todo, cuando puedo hacer algo y cambiar las cosas. No soy capaz de estarme quieto ante situaciones así. Simplemente actúo, y me desvivo por lo que me mueve, sin pensar dos veces, sin dar otros puntos de vista. Actúo por que es lo que me dicta el corazón. Soy así y me enorgullezco de ello. Y respeto a los que piensan lo contrario, pero me pregunto, cómo se sienten al estar enganchado a cualquier red social cuando podrías estar corriendo hacía el destino que anhelas. 
En la vida hay baches e incluso montañas, lo sé, pero seguir adelante, ayuda, pues tarde o temprano te conviertes en un perfecto escalador, y no hay nada que te haga contra. Pero si simplemente te quedas en casa pensando cómo querrías que fueran las cosas, no llegas a ningún lado. Si quieres algo, sal de casa y lucha por ello sin pensártelo dos veces, o no lo conseguirás.

lunes, 23 de febrero de 2015

No hay cura.

Hoy es todo tan diferente y a la vez igual. Diferente a como había sido en estos días, igual que anteriormente. No sé por qué es todo así. Constantemente me lanzo, me dejo llevar, simplemente trato de seguir para delante y no detenerme. Ser positivo y optimista, ser luchador e incesante. Pero constantemente el yelmo pesa y queda desprotegida el centro de mi estrategia, la espada se resbala mientras el músculo del ataque se cansa de no dar ni una, y por si fuera poco el escudo es demasiado frágil dejándome por completo al descubierto.
Perdido. Sin ataque. Sin defensa.
No tengo ganas de escribir, no tengo ganas de hacer nada. No tengo sueros que curen estas heridas ni morfina que sacie este dolor. La hemorragia es interna, está ahí pero no hay manera de curar adecuadamente, pues todo provocaría grandes heridas de numerosos puntos de sutura.
 La solución seria meterse en la cama, pues mañana será otro día, pero no creo que eso sea solución pues el techo se me vendría encima.
No encuentro nada que me alivie, nadie que me escuche. Ni siquiera encuentro las letras. Hoy simplemente es un día que se llevará una cruz en el calendario. Hoy no hay cura.

martes, 3 de febrero de 2015

Humanidad.

Hace ya tiempo que no me manifiesto, más que nada porque no he tenido razones, a parte del tiempo, principalmente razones. Pero hoy se ha mezclado que tengo tiempo y razones.
Pues hoy me he dado cuenta hasta el punto de hipocresía y falsedad que llega la maldita humanidad. Hoy me di cuenta de algo que antes veía, pero ya lo confirmo pues lo he experimentado y confirmado. Cuando actúo, haga lo que haga, siempre habrá uno o varios, generalmente mayoría, de personas que al principio me culparán de todo, después me juzgarán, y por último me echarán una cruz que jamás me quitarán de encima por muchas vueltas que de la vida. Y es algo que me ocurrirá a mi, a ti y a todos en este mundo, porque la humanidad no tiene remedio y nunca lo tendrá.
Por mis actos recientes me han juzgado, me han tachado de lo que me hayan tachado cuando rajaban de mi, y ahora la cruz sobre mi es una realidad, una cruz que se expande y cada vez es más grande, pues más gente se suma.
Y esto me da que pensar dos cosas. En primer lugar que esas mismas personas que me crucifican, antes o después, habrán hecho o harán cosas por las que yo, si fuera ellos, les tendría que haber juzgado y crucificado. Pero ni lo hice, ni lo hago, ni lo haré. Al contrario que ellos trato de evitar los prejuicios y conocer las cosas. Nadie se preocupó por mi. Pero yo si lo hice, lo hago y lo haré. Por eso me siento bien conmigo mismo.
Y en segundo lugar, pienso que el mundo está lleno de gente, y hay muchísima gente que conocemos y conoceremos, pero solo unos pocos entrarán en tu vida, el resto son esas personas para las que eres una conveniencia y que a la mínima, puerta.