Al principio me dio muchísimo miedo. No sabía cómo iba a ser capaz de tener la responsabilidad, de que tú fueses mi responsabilidad. Han pasado apenas 20 días, y ahora no me imagino la vida sin ti. Cómo te alegras cuando llego de trabajar.
Tu sonrisa, tus ojos y tu presencia ya son indispensables para mi.