Hay dos tipos de personas. Las que cuando consiguen algo le dan más valor. Y las que cuando la consiguen parecen olvidarlo.
La diferencia es que la segunda cree que nunca lo perderá.
Hasta que lo pierde.
He pasado por muchísimas cosas en mi vida laboral. Prácticamente terribles. He dado mi brazo a torcer, he soportado humillaciones, insultos, enfados y culpas que no tenían nada que ver conmigo. Cuando estudias, cuando te forman, cuando aprendes, no te enseñan lo terrible que puede ser el mundo laboral. Pero no todo es en vano, tarde o temprano todo túnel tiene una salida, toda tormenta tiene su arcoíris, todo camino tiene su final.
Para mí, el final de este tramo llegó en Diciembre de 2019 abriéndose un nuevo camino que recibí entre abrazos, lágrimas, sonrisas y festejos. Un nuevo camino se abría ante mí, uno que jamás hubiese imaginado y que llegó de casualidad.
Mañana es el inicio 100% de todo. Ganas, ilusión y fuerza son mis aliadas para esta nueva etapa de mi vida.
Vamos allá 2020.