La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

martes, 29 de mayo de 2018

Incapaz para ciertas capacidades

Me sorprende la capacidad de orgullo y aguante de las personas. Aún sabiendo y conociendo su responsabilidad frente a un problema, no son capaces de asumir sus errores/culpa, y echan balones fuera, y muestran un orgullo que para mi es cuanto poco alarmante.

¿O será que el problema está en que no ven su error?

jueves, 10 de mayo de 2018

Nunca se está preparado.

18 años de nuestra vida, los pasamos aprendiendo materias que en teoría nos van a ayudar en un futuro, en "La vida real". Pero solamente te enseñan una cara de la moneda, si te enseñasen la vida real en primera, el niño no aprobaría nunca, porque nunca se está lo suficientemente preparado como para decirle a una persona que no sirve para lo que tú estás buscando.

Conforme vas ascendiendo, subiendo escalafones, aumentan las responsabilidades, pero también las decisiones que debes tomar. Decisiones que muchas veces no afectan a nadie, otras afectan a personas que ni conoces, pero muchas veces, afecta a personas cercanas a ti. Admiro la capacidad de muchas personas de tomar esas decisiones sin pensar en la multitud de consecuencias que conlleva. Persona, humano, familia, vida. Las consecuencias son inmensas. Y nunca nos han preparado para ello, al menos no a las personas humildes.

Nos enseñan a ser peones, sin saber que alguna vez puedes sobresalir y pasas de estar en lo estrecho del embudo a estar en el ensanchamiento, donde no sabes dónde está el limite de tus actos. 

Nunca nos enseñan que cada decisión que tomemos en post de nuestro puesto, a menudo es la putada del inferior.
Todos somos buenas personas hasta que puteamos a alguien. Y más duele cuando has puteado a alguien sin querer.

martes, 8 de mayo de 2018

Noches de reflexión.

El sábado por la noche, justo antes de dormir, me hicieron reflexionar sobre mi repulsión hacia la bella y aburrida ciudad costera de Estepona. Y me dormí, no sin antes, y para no variar, darle varias vueltas en mi gran cabezota. Lo que me hizo llegar a la siguiente conclusión:


¿Por qué tanto odio y pereza hacia una ciudad?¿Qué representa la ciudad en mi vida como para manifestar tal desaprobación?

La clave está en lo que ha supuesto el alejarme. Málaga ha representado un cambio notable en mi vida, desde el más misero detalle hasta el más grande de los acontecimientos. Todo lo que echaba en falta en aquella pequeña ciudad lo encontré en esta gran área metropolitana. Conforme me alejaba más de allí y me acercaba más aquí, todo se iba deshaciendo mientras que, de forma directamente proporcional, todo se esclarecía. Todo, mejoraba.

¿Dónde está el problema entonces?

Simple. El problema está se presenta de forma que Estepona es sinónimo de paso atrás, de destrucción de lo construido, de abominación de lo logrado, de independencia a dependencia, de paz a guerra, de logros a olvido. De luz a pozo oscuro.

Y como he dicho, este paso se produce desde el más grande de los acontecimientos y sucesos, hasta el más diminuto y minúsculo detalle.

Motivos necesarios-Necesidad de Motivos

Destacable es que muchas de las entradas en este blog publicadas, a menudo vienen marcadas y sobre todo manchadas por sentimientos puros, sin importar cuál, pero puro. Rabia, amor, odio, alegría, impotencia. Pero para qué engañarnos, la mayoría de las entradas estaban ahogadas en los sentimientos inocentes de un chaval que no tenía ni puta idea de lo que tenía por delante, y probablemente siga siendo así, pero es curioso como lo que hace unos años parecía un abismo al que no se veía final, ahora es simplemente un recuerdo lejano que se acerca más a un sueño.

La cosa es, aún manifiesto esos sentimientos, y muchas veces tengo esa inocencia, que por suerte no he perdido. ¿Por qué entonces dejé de escribir? ¿Por qué dejé de plasmar en este rinconcito de mi vida, todas mis anecdotas, o al menos parte de ellas?


lunes, 7 de mayo de 2018

Cambios

Hace mucho que no escribo por aquí, años vaya. Pero en un alarde de aburrimiento, pereza y demasiado humo, pues me he puesto a leer al Carlos de 2015. Es curioso como pese a lo que ha pasado desde entonces, recuerdo todos los hechos que me llevaron a escribir cada uno de los párrafos que se puede leer unos centímetros más abajo.
- La magia de las palabras.

No obstante, para mi sorpresa, pese a que son un par de años ya, mi punto de vista no parece cambiar ni por asomo.

¿Tozudez?

Seguramente y más que justificada respuesta. Pero qué se le va a hacer, uno es así, y así hay que ser.