Supongo que ha todos no ha pasado alguna vez. Que la rabia recorre nuestro cuerpo, que recorre cada nanómetro de nuestro sistema nervioso, de nuestro cerebro y conciencia, y sobre todo de nuestro corazón. Las cosas no siempre salen bien, una verdad casi universal. Pero lo que no es tan universal es que no salgan bien bastante a menudo, y esa es la putada, y la cuestión de esta entrada.
A todos nos llega un momento, una ocasión, un suceso que no esperábamos o que simplemente lo esperábamos de otra forma y sin embargo ocurre y te cambia todos los planes. Y entonces ese escalofrío, ese sentimiento, esa ira y rabia que te recorre y te llega hasta la punta de la lengua o de los dedos, quieres explotar.
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