Eres música.

Los días pasan. Los años pasan. Las vidas se acaban. Pero además de los nombres y los actos, hay algo que perdura. Y es la música, la cual siempre está ahí de distintas formas, nombres y estilos. Siempre está, para todo, lo bueno y lo malo, sonando. Intercalándose con el ritmo de tu corazón. Estimulando tus oídos y tu cabeza. En los momentos buenos, dándote adrenalina y en los momentos malos dándote ganas. A cada persona le da lo suyo, lo que quiere y lo que busca y no encuentra en ningún lugar.

El idioma de los dioses.

En mis oídos tengo.