La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 4 de marzo de 2012

Incapaces.

Somos todo lo que decidimos ser, lo que hicimos ayer, lo que esperábamos para hoy, y nuestros actos que afectan al día de mañana. No estamos controlados por el destino, ni por el tiempo, ni nadie escribe nuestras historias, ni nuestros actos, ni nada estima y juega con nosotros cual piezas de ajedrez, o al menos yo no lo veo así. Y la mayoría de nuestros actos lo corroboran. ¿Cómo? Muy simple. Puesto que si estamos controlados, nuestro domador no sería tan estúpido como para hacernos hacer los actos que hacemos. Me explico. La humanidad racional es tan gilipollas en sus actos (donde incluyo amor, política, racismo, intolerancia, capitalismo, corrupción, etcétera) que no pueden ser realizados por un ser superior, pero si por un inferior, nosotros. Por eso mismo mis palabras y fundamentos están corroborados. Somos los que controlamos los actos que hacemos. Ayer. Hoy. Mañana. Todo depende de uno mismo. Y aunque no lo creamos, en nuestro interior están todas las consecuencias, y las sabemos que están ahí, pero, estamos tan ciegos que somos incapaces de levantarnos y decir: ¡SE ACABÓ!

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