La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 15 de julio de 2012

La sociedad nos marca.

Pareja, cuernos, soledad, relaciones, celos, orgullo, honor, egoísmo, desmotivación, rutina, fantasia, sueños, realidad, rayadas, alegría, tristeza, y otros tantos sustantivos, todos englobados en un mismo concepto. El amor. Como muchos otros, suelo, por suerte o por desgracia, reflexionar bastante sobre todo, soy de darle vueltas a la cabeza sin necesidad de estar poseído, y muchas veces pienso, que todos estos conceptos, son los que las generaciones más cercanas recibimos, de una forma u otra. No hay más que fijarse en el gran cambio de las relaciones en la Antigua Grecia, y comparándola con la actualidad, se nota un cambio más que evidente. Por lo que se llega a la conclusión que el amor, nos lo dan mascado, y nos lo masca la sociedad del momento, las creencias, y las formas de ver las cosas. Hace unos cuantos siglos, la homesexualidad, además de ser totalmente legal, no estaba mirada con malos ojos, los celos, seguramente sería algo inimaginable, los ''cuernos'' eran algo a la orden del día, y así un sin fin de ejemplos. No digo que otras sociedades sean mejor que la actual, o que la actual queda por encima de todo. Simplemente digo, que habría que encontrar el punto intermedio.

Es amor, deseo, y ganas, de lo que estamos hablando. A fin de cuentas sentimientos, y encima sentimientos de unión, por lo que, no pueden ser sentimientos malos, son sentimientos que todos deberían tener y a los que dar prioridad. Sea lo que sea, son sentimientos, es lo que dice el corazón y por lo tanto es bueno, perfecto, esencial. Si uno quiere que le den por detrás, pues es su elección, no se le debe juzgar por ello. Si un/a quiere estar con alguien del mismo sexo, si es un romántico, si es un buitre, si es lo que sea, mientras que sea lo que quiere ser, las personas no deberían tener derecho a juzgarle en ningún momento. Si por un antojo, quiere probar algo, nunca se deberían poner en duda los sentimientos o intereses. Si hace lo que hace, es por que quiere y es consciente de ello. Si ha hecho lo que ha hecho, se arrepienta o no de ello, tiene ya alguien que le juzgue y es su propio corazón, los demás no deberíamos juzgar, solamente apoyar y respetar lo que cada uno hace. Porque todos somos humanos, y el ser humano tiene institos, y deseos.. ¡TODOS! 

Pero la sociedad lo marca todo, incluso nos delimita cómo y qué debemos pensar. 
Por eso debemos aprender a ser nosotros mismos, si tuviésemos que ser iguales, no seríamos independientes.
El cambio está en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario