La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 15 de julio de 2012

Una entrada de tantas


La vida, como todos saben, da muchas vueltas, infinidad parece a veces. Pero la verdad es que tan solo son pequeños cambios, a los que le damos más o menos importancia, dependiendo de nuestra personalidad, nuestras preferencias y nuestros sentimientos. Así como una persona da más importancia a cosas que otros ni si quiera le prestan atención, ya que a fin de cuentas el libro del gusto se quedó en blanco, o se llenaron infinidad de libros, depende de cómo lo mires. Y así surge el continuo roce entre las personas por el aprecio o el desaprecio hacia las cosas, de forma más intensa, menos, y ni aprecio ni nada. Pese a ello, y con lo que llevo de vida, aunque sea poco, me he ido conformando por los sucesos de mi vida, y las experiencias vividas, y con ellas directa o indirectamente me he creado una especie de reglas, no mandamientos ni leyes creados por los hombres para gobernar sobre los demás. Las leyes auténticas son las que están propuestas por entes superiores a nosotros, al ser humano en general, como por ejemplo la naturaleza, o la Tierra. Lo que yo he desarrollado para mi forma de vida, son unos principios básicos, los cuales, he intentado que se adecuen a los demás. Y creo que son bastante buenos, y lo más cercano posible a unos principios que todos deberían seguir. Ya que todos podrían vivir su vida como quieren, y como les dicta el corazón, ya sea por rutina, antojos, seriedad, soledad, grupo, etc. Pero nunca desestabilizar la vida de los demás, y en todo caso, favorecer a sus vidas, que vayan mejor, ya que eso y ellos mismos, harán que tu vida sea mucho mejor.

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