La curiosidad a menudo nos engaña, pues no sirve para nada, nos hace creer en una posibilidad incierta que puede quebrar nuestra realidad. Y cuando intentamos saciarla, nos ponemos a merced de otros, otros que no siempre son buenas personas, y que pueden querer tanto satisfacer nuestras dudas de buena gana, no ayudar, o directamente jodernos y meternosla doblada cuando estamos con al defensa más baja.
Hay veces que es mejor retener la curiosidad cuando solamente es curiosidad, cuando ya es anhelo y deseo, es un nivel superior que deberás cumplir.
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