La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Terminar, no siempre significa perder.


Después de todo, me alegro de haberlo perdido todo, aunque al principio no le veía tan claro, ahora me alegro. Porque, sí, lo perdí, bueno, me lo arrebataron todo y ni siquiera a día de hoy tengo claro el por qué, pero a veces hay que perderlo todo, para ganar lo único importante, a veces las perdidas, hacen que te quites el antifaz que llevas y veas mejor no sólo cómo son las cosas, si no las personas que están a tu lado.  Aunque antes no lo veía así, después de todo y al comparar, me alegro de haber perdido todo lo que hace un tiempo tenía, por qué aunque perdí muchas cosas, gané una única que lo suple a todo.

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