La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

viernes, 14 de febrero de 2014

Convertir la cruz, en las escaleras.


Las palabras nunca llegan a quien deben llegar, cuando quieres y como quieres. Es es así, es la transmisión de la información, y es ahí donde nacen los rumores, las conjuras, pero sobre todo es el cuna de las putadas y las puñaladas. Da igual lo que has hecho, dicho o prometido en beneficio y de buena intención, la gente solamente se queda con lo malo, con tu error, tu equivocación y así lo convierten en tu cruz. A todos lados, todos los que te conocen, tienen su fachada que crean ante ti. como un espejo que por un lado refleja y por otro se ve. Cuando te acercas se activan en virtud de ti, pero por detrás está la pura realidad, las putadas, las puñaladas y los pensamientos. Y tarde o temprano descubres quién te puso la cruz y quien te puso los clavos.
Pero también hay una segunda opción, no salir pro esa puerta y salir una ventanita, la ventana de la aceptación, por que cuando conviertes tu error en tu orgullo, no la pueden usar en tu contra.

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