Así son los fantasmas del pasado y las realidades que no queremos ver pero que aún así vemos. Ciertamente todos vemos lo que queremos ver, pero hay veces que sólo vemos lo que queremos dejar de ver. Y ahí está el campo de juego de los fantasmas del pasado. Es ahí donde disfrutan apareciéndose y desapareciéndose, haciéndote creer que los ves, cuando en realidad no es nada, simplemente un parecido, una característica que destaca y reaviva esa presencia que únicamente surge en nuestra mente como el recuerdo de un pasado ya desfasado, olvidado o ignorado.
Al contrario que cualquiera que lea esto, yo no estoy pensando en amores y desamores que ciertamente está incluida en el pack. Me refiero a cualquier tipo de persona que tenía una mínima o insuperable relación contigo, de amor u odio, de amistad o enemistad, de sangre o familiar. simplemente es alguien de tu pasado, que por cualquier característica activa la parte de tu cerebro que te hace creer que la persona en la que piensas es la que ves, pero no es más que otro error de nuestra cabeza, aunque a veces lo que veamos coincide con lo que pensamos, y en este caso ya no son fantasmas, ya son cosas muy reales.
Queramos o no, acabaremos viendo, más o menos, nuestros fantasmas del pasado, y lo peor o lo mejor, como siempre, depende del punto de vista, es que ni siquiera nosotros sabemos cómo reaccionar porque ni siquiera sabiamos que veríamos ese fantasma.
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