La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

miércoles, 18 de enero de 2012

La verdad, a veces me pregunto por mi vida hace unos cuantos años, y llega un momento en el que de tanto recordar y tanta antigüedad, hay cosas que no recuerdo. No tengo conciencia de cuándo y cómo empecé a recordar, no recuerdo cómo empecé a recordar los recuerdos, pero peor aún, no es que no recuerde los recuerdos, es que no recuerdo recordar los recuerdos.

No recuerdo cuando empecé a recordar.

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