La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

martes, 7 de agosto de 2012

Dos caras de la moneda

Joder, mira que lo intento, por activa y por pasiva. Trago, callo, aguanto, aunque reviente por dentro, aunque quiera romper lo que sea con tal de calmarme, aunque tenga que tragarme el aliento, morderme la lengua, y encerrar las palabras. Aunque tenga que echar más mierda a la bola que sigue creciendo, aunque por mantener la compostura y la entereza, me tenga que limar los dientes de tanto chocarlos y presionarlos. Intento por todos los callar, y tragar, tragar y tragar. Pero incluso las bombas más grandes.. ¡EXPLOTAN! He aceptado de todo, he permitido hasta las cosas incoherentes, me he arrastrado solamente por la paz y la tranquilidad. Pero aunque lo retrases, tarde o temprano hay que sacar la basura, si no empieza a rebosar. Y para colmo cuando soy yo el que estalla, cuando soy yo el que decide no callarse la boca, dejar de trabar y empezar a escupir, cuando soy yo el que va al ataque, soy yo el borde, saborío, y con el que NUNCA JAMÁS se puede entablar una conversación, cuando el único idioma que el entiende el hombre para mantener su superioridad es el castigo, es el quitar ''lujos'', es exigir, y luego no dar una puta mierda. Hoy estallé, y tras cumplir exigencias, me dieron por saco. Pero la venganza es un plato que se sirve frío.

Esta vez la moneda cayó por el lado oscuro. El lado del grito.

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