La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 20 de abril de 2014

Cambios.


Hoy el día va de cambios, y esto me trae recuerdos de una conversación. La típica conversación que surge por reflexiones y se va por las nubes de la filosofía y la metafísica.
Y salió el tema del cambio, el tema de cómo cambiamos, de por qué lo hacemos, y es un tema que me encanta, y sobre este tema, tengo mi propia teoría, y ahora para escribir un rato, pues la voy a exponer:
El Cambio es algo bastante real y latente en nuestra vida, en mayor o en menor proporción acaba manifestándose a lo largo de nuestra existencia. Y para mi el Cambio está muy relacionado con El Aprender, tanto que casi caminan juntos de la mano. Así de forma rápida puedo decir que:
Aprendes cuanto añades información a tu sabiduría, pero no tienes por qué utilizarla.
Cambias cuando la información que has aprendido, la usas para hacer diferente tu postura.
¿Y cuándo se aprende y cuando se cambia? 
Para mi la respuesta es bastante simple.
Uno aprende con la experiencia personal, con la propia vida, con los sucesos que nos ocurren. Cualquier acontecimiento es teoría que aprendes y almacenas en tu mente y corazón, sea cual sea lo aprendes, ya sean cosas buenas o duras y difíciles lecciones. Pero para mi el aprendizaje es pasivo, no tiene nada de cambio, no tiene nada de evitar los errores, ya que a menudo, con la experiencia propia tendemos a tropezarnos con la misma piedra, y varias veces. Por lo que no cambiamos, solamente aprendemos, solamente almacenamos información.
Cambio. El cambio bien por un acontecimiento más fuerte, el cambio, es surge con la comparación, cuando descubrimos que hay otro punto de vista fuera de egoísta circulo que conforma el nuestro. Es decir, cambiamos cuando sabemos sobre experiencia externa y su punto de vista diferente haciéndonos ver que hay otras posturas. Básicamente es el Mito de la Caverna de Platón. Sin otros, no se descubre que las sombras son cosas reales y seguimos en nuestro aprendizaje de saber cuáles son las sombras, sin saber qué hay más allá.
Podemos aprender y seguir equivocándonos por lo que no cambiamos, pero para cambiar, necesitamos aprender, no de nosotros, si no de otros, de su experiencia.
Mi conversador, opinaba distinto, que se podía cambiar con la propia experiencia, y pero para mí, eso son pocos casos que confirman mi regla. Puede que otros lo vean de otra forma, pero esta es la forma en la que la veo yo. Seguiré aprendiendo, y hasta que no me enseñen otro punto de vista fundamentado, no lo cambiaré.

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