Caminas, sigues un camino guiado por las calles. Sigues tu camino, nervioso, impaciente, y sin saber que te vas a encontrara al girar la esquina. En tu camino te cruzas con diferentes vidas insiginificantes para ti, aunque sabes, que la tuya, no le importa a nadie. En tu trayecto te acuerdas de ciertos momentos, ciertas ocaciones, y añoras esas vidas que se encuentran lejos de ti, separdas por una distancia literal, pero que esta en ti, en una cercania relativa.

Esas vidas que te han ayudado, y deseas que esten ahí, para poder decirle todo lo que sientes, lo que sentieste, lo que sentiras, y sobre todo lo que quieres sentir. No sabes lo que te espera, pero en gran parte te lo imaginas, en tu camino, al cruzar la calle, te encontras lo que siempre, Rutina. Aun así la esperanza crece en tu corazon, deseas que lo que no te esperas, ocurras, pero el miedo crece junto a la esperanza. Miedo a lo que pueda ocurrir, a que ocurra lo de siempre. ¿Sorpresa o repetir? ahi esta el dilema.

La espera, desespera. Tu camino ya esta hecho, ahora toca esperar, contar el tiempo hasta que toqeu sentir y ver lo que pasa y como pasa. El reloj cada vez va mas lento, y aun te preguntas lo que te esperas, pero ansias que ocurra ya, sea bueno o malo. Miras a un lado, miras al otro, miras a todos lados, y no paras de mirar el reloj cada rato. La puntualidad te precede. y... llega.

aun sigue el dilema...