La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

martes, 11 de junio de 2013

Ahora mismo hasta las manos me pesan, o directamente no me hacen caso. Quisiera escribir, tanto para plasmar lo que siento y desahogarme, como para leer lo que escribo y recapacitar y pensar en cómo veo las cosas. Pero ni siquiera eso puedo.
Supongo que mañana será otro día, tendré otro punto de vista y otra posición, o no. La verdad ahora mismo no sé ni cuándo levantarme, si madrugar, si deja que pasen las horas, no lo sé.
Pero quiero dejar constancia de que hoy siento que nada tiene ningún sentido. Puede que a los demás les afecte lo que escriba, pero más que a mi escribirlo, seguro que no. Hoy es un día que ha dejado huella. No sé ni qué pasará mañana, ni pasado. No tengo ni puta idea.
Tengo tantas dudas que hasta me da miedo ser yo mismo, pues hoy todas las filosofías que redactaba, pueden ser usadas y a la vez pueden joderme aún más.

Dulces sueños a los que podáis.


No hay comentarios:

Publicar un comentario