La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 18 de agosto de 2013

 ¿Cómo es posible que algunos aun teniendo lo que ya tienen, no sólo no lo reparten y comparten sino que quieren más y más sin importar a quién se lleven por delante o a quién aplasten? El que nunca tuvo algo se acostumbra a la nada y es humilde con lo que obtiene. El que siempre tuvo ni le da importancia ni se conforma. Cuando se trata de recibir y de que den todos dispuestos. Pero cuando toca dar surgen los contratiempos. Gana como un hombre y pierde como un hombre. Peor que ser un perdedor es no admitir que se ha jugado mal.
Quién siempre tuvo, jamás echará en falta hasta que lo pierda.

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