Todo empieza por un cambio, por un acto, por un pensamiento, una chispa. Todo cambio es difícil de aceptar, ya sea físico, mental o sentimental, pero a menudo el más difícil de aceptar es el que tiene que ver con la ilusión y la esperanza. Cuando te das cuenta de que nada es cómo tú esperabas, nada ha acontecido como tú querías, y aunque en el fondo de ti sabías cómo eran las cosas, duele pasar de la ilusión a la realidad.
Y resulta gracioso, ya que en el fondo sabías lo que pasaba, ahora te ríes. En el momento lo ves todo muy jodido, pero ahora te ríes, porque sabías cómo iba a acabar todo, y aún así luchaste por una causa pérdida, y sufriste innecesariamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario