La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Ahora mismo me siento como si fuese una bomba que poco a poco va perdiendo la fusión que provoca la explosión, es decir... tengo mucho que decir, mucho que criticar y mucho que recordar, pero con el paso del tiempo, me estoy apagando las palabras, y la verdad, me siento algo indeciso, porque apartando toda la luz que ilumina mi camino, hay gente que merece escuchar mis palabras, y no porque sean buenas, si no por lo que ha ocurrido. Porque han sido muchas cosas, y el tiempo ha pasado ya, pero aún no sé como me mantengo, y exploto.
Siendo un poco sincero, yo ahora mismo podría poner un montón de nombres en esta entrada, y decir todo lo que tengo guardado para cada persona, que no es poco. Pero no sé, aún espero al momento adecuado para explotar, y aunque casi todos los días me recorre una rabia descomunal por el cuerpo, y unas ganas de decir ''tú... escucha lo que tengo que decirte'' y empezar a decir todo lo que guardo bajo llave.. intento mantenerme.
A mi, me criticaron, o eso creo, porque olvide todo demasiado rápido, que no seguí luchando, y demás, pero pocas personas saben lo que yo luché hasta el final, aun cuando muchas de ellas me decían que era absurdo, y otras me decían que no valía la pena luchar por algo ya perdido. Han podido decir que no supe apreciar lo que tenía, que perdí todo, que fui un imbécil, lo que sea... pero jamás aceptaré que digáis que no luché, porque yo no fui el que lo dio ¡TODO! por perdido a la mínima. Yo luché, en todo momento, pero... lo que mal empieza, mal acaba, y digo eso, porque nadie sabe lo que costó empezar algo que se dio por perdido, con un rumor, pero bueno, siempre os quedará la satisfacción de despreciarme, cosa que habéis hecho en todo momento.

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