Al pasar mi vida, al pasar los días, semanas, y meses, e incluso al pasar los años, me doy cuenta como es mi vida, y me doy cuenta de las vidas que agrandan el cauce de este río, son fácilmente contables. Ya que tarde o temprano se separan, se bajan de este tren, dejando constancia del sitio que ocuparon, y jodiendo la vida solamente con un misero recuerdo. Supuestos amigos, supuestas verdades, ¡SUPUESTOS SENTIMIENTOS! Así, me doy cuenta de que cuando escuchaba todos los sentimientos que se sentían, tan solo eran palabras, no significaban nada, porque de nada sirve decir si no lo puedes demostrar, y al final, esas personas a las que llamabas amigos, otras por las que hubieras dado tu vida e incluso las personas en quienes confiabas ciegamente, dejando su estela te abandonan, y te aferras a las personas que te quieren y que no te abandonarán
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