Todo deja de tener sentido, todo se desmadra, todo va por el camino que deseábamos pero que no esperábamos que ocurriera, o al menos no tan pronto. Respiraciones cruzadas, latidos al unisono. La luz sobre el tapiz verde, pierde su fuerza para nosotros, las bolas resplandecientes y sobrantes sobre la mesa también.
Un trato atrevido de por medio, que ninguno creíamos que tomaría ese camino. Así fue. Así ocurrió, así fue como mi vida cambió. Negra al hoyo, se acelera el corazón y se contrae la retina. Mirada cómplice, pero sin querer aceptarlo, ibas a pasar, y no lo veías, no lo esperabas. Cogida por la muñeca, y atraída.
Ocurrió.
Mi corazón por completo te quedaste.
Una de entre tantas situaciones, concretamente la segunda.
Pero gravada en mi corazón para toda la eternidad, junto con tu nombre.
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