Va a intervalos, como las Montañas Rusas. Un día estás bien, llevas un día tranquilo, sin problemas, bte llevas bien con todos, sonríes y estás ''Happy'' para el Tuenti. Y al siguiente estás completamente cabizbajo, triste, taciturno, llevas un día en el que todo el mundo te señala, te humilla y te hunde, te duele la garganta de aguantar las lágrimas, y para el Twitter estás ''Tierra trágame''. Y así sucesivamente, ves tu vida dependiendo de cómo te vaya el día, la semana, o la hora. Tus sentimientos están condicionados, porque siendo la persona más tranquila del mundo, en un Misero Segundo todo puede cambiar a rabia, cabreo y ganas de desahogarte con lo primero que pilles. Al igual que puedes llevar un día de puta pena, y en un Misero Segundo todo puede cambiar a felicidad, alegría y no parar de reir, o llorar de la alegría.
Pero debemos aprender a tener mente fría, a no decidir en caliente, a actuar viendo todas las consecuencias, pero siempre actuar y nunca estarse de brazos cruzados. Debemos aprender a disfrutar de los buenos, fantásticos e increíbles momentos que nos da la vida, pero siempre con los pies en el suelo, y por otro lado, debemos afrontar los malos senderos con firmeza, y saber qué en todo malo hay algo bueno, y aunque sea pequeño, está ahí.
siempre hay que ver lo pequeño en todo
ya que lo pequeño se hace grande
día a día.
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