La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Da el doble y recibe menos de la mitad.

En este fin de semana, me he dado cuenta y más que nunca, que el ser humano es hipocresía y conveniencia 100%. No importa los medios, ni por encima de quién tenga que pasar, ni el costo y la pérdida, si se pone algo entre ceja y ceja, a por ello arrasando con todo lo que hay. Vidas, personas, sentimientos, doctrinas, esperanzas, sueños, todo lo que se interponga en el camino hacia la meta. Ya sea ser pesado, ser pasota, desinteresado con interés escondido, o mostrando interés cuando importa una mierda. Ya sea con la verdad por delante, con segundas e incluso terceras, mintiendo, manipulando o directamente pasando por encima de los demás.
El ser humano es caprichoso, y dentro de sus caprichos usa la hipocresía y la manipulación para conseguir lo que quiere. Somos maquinas deseantes insaciables, y como egoístas, no conocemos ''la virtud de no dar'', no aceptamos un no por respuesta, solo conocemos el ''vicio de pedir'' y siempre más más y más. Sin parar. Y cuando tenemos lo que queremos, le quitamos la importancia que tenía para ir detrás de otra cosa, pero ojo, que no se atrevan a quitarnos lo que hemos conseguido. Y así queremos todo, lo que no tenemos, y lo que nos pueden quitar, el resto, nos importa una auténtica mierda.
Pero luego somos los primeros en poner la mano, en pedir cuentas, en saldar el trato. Ya sea por adelantado, o tras hacer aportar nuestra parte.
Pero después están los típicos imbéciles que creen que el ser humano puede ser mejor y para ello van en contra de todos, y dan sin parar esperando recibir lo que merece aunque no sea comparable, dando dando dando y con la mínima inútil e insensata esperanza de recibir algo de lo que quiere. Aún quedan imbéciles así que tratan de dar oportunidades y confiar una y otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario