La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

jueves, 6 de septiembre de 2012

M.S.

Toda la vida cambia al igual que los sentimientos, de nada a ser tu vida. Como muchas otras veces quiero hacerlo a lo grande. Quiero llegar a los corazones y sobre todo llegar al mío. Hay cosas en la vida que cambian, ya no solo actos y acontecimientos que cambian, páginas y capítulos que terminan. Pero también hay acontecimientos que cambian todo el nudo del libro, que parece cambiar de historia, ya sea bueno o malo, esto ocurre, ha ocurrido, y ocurrirá siempre. Ley de vida. Pero todo está en cómo haga frente uno a lo que le ocurre. El mundo está lleno de personas y cada persona es un mundo, y por lo tanto hay un innumerables solucciones para la misma ecuación. Todo depende del parámetro. Nada está seguro y escrito en esta vida. Todo puede cambiar en un misero segundo, en el paso del ''0'' al ''1'', puede ser un segundo perfecto, que parece interminable y que deseas que así sea, o por el polo opuesto se puede tratar de un segundo asquerosa y terriblemente interminable. Pero a todo hay que hacerle frente, de una manera u otra, y esto es lo que determina lo fuerte que es una persona y la importancia que le da a la vida y a la forma de vivir, de avanzar y de superar a pesar de las adversidades.
La vida no es más que un ciclo, pero no completamente redondo, es como la trayectoria que describe la Tierra alrededor del sol, y dentro de la misma, gira sobre su propio eje. Ciclos, ciclos y ciclos. Unos más grandes, y otros más pequeños. Unos interminables, y otros miseros. Como tales, montones de veces a lo largo de la vida. Y dentro de su trayectoria todo cambia, o quizás seremos nosotros los que cambiamos y con ello nuestro punto de vista varia. De la misma forma A estando quieto ve a C moverse, C estando quieto ve moverse a A respecto a él. ¿Cuál lleva razón?
Ambos.
Todos cambiamos y con ello nuestro punto de vista, nuestra forma de ver, de pensar, sentir y de decir las cosas. De tímidos a extrovertidos, de cortados a ninfomanos, de tontos a lumbreras, o más imbecil, de ingenuo, a sabelo todo. Cambios constantes.
Simplemente ciclos, como las vueltas del reloj.
Simplemente, Miseros Segundos.

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