La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

martes, 4 de septiembre de 2012

Cofianza...

Nunca debes confiar lo suficiente en una persona, nunca debes tender por completo la mano a los caídos, nunca debes fiarte de aquellos que una vez te hicieron putadas. De las pocas personas que cambien, menos cambian para bien, y en cuyo caso, solo cambian algunos aspectos de sí mismos. Nadie cambia lo suficiente, todos cojean siempre del mismo pie. Si confías a tontas y a ciegas lo único que te espera es caer en la misma piedra de siempre, tropezarte con la misma cojera.
La avaricia de coger el brazo entero cuando te ofrecen la mano es una manía constante en el ser humano. Es para algunos una ''virtud'', pero yo lo veo más bien como una maldición. Sin confiar no se llega a ningún lado es verdad. Pero no todo el mundo piensa como tú, y tu confianza está más pisoteada que las uvas para vino en Italia.
Sin confianza estás perdido
Pero si confías sin saber estás hundido.

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