La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Preguntas.

Así son las incógnitas de la vida. Son las grandes incógnitas, esas preguntas que te haces, que siempre te harás y que nunca nunca encontrarás respuesta. Quieres hacerlas, quieres saber la respuesta pero sabes en tu interior que esa respuesta está fuera de tu alcance. Junto con esas incógnitas, están la infinidad lista de preguntas que podrían producirse a partir de esa X. Tantísimas preguntas que te llevan al mismo lugar, ya que todos los caminos llevan a Roma, todas las preguntas que te hagan, llevan a la misma pregunta, a la misma duda, a querer saber qué es esa incógnita, cuál es ese gato encerrado, dónde está el nudo de la cuerda. Hasta que llega el momento en el que abandonas la esperanza de obtener esa respuesta.

Preguntas sin respuesta.

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