Así es, es como funciona el cuerpo humano y la debilidad. Es la tentación. Ver, y al instante desear. Y desde ese momento ya nada vuelve a ser lo mismo, ya que tu cabeza y tu corazón están centradas en ese deseo, en satisfacerlo una y mil veces. Incluso llega un momento en el que uno ya no puede esperar más. No sé ya como decir lo que siento, lo tengo claro, pero no sé como decirlo. es ya tanto, que ya escapa incluso a mi entendimiento. Solo sé que lo tengo dentro.
Mejor aceptar lo que se siente, y entonces satisfacerlo, así se aprovecha mejor la vida. Como, cuando, donde y con quien se quiere. Y yo tengo claro las cuatro cosas, muy claro. Y cada vez es mayor, cada vez es más irresistible, cada vez más incontrolable.
La pregunta es: ¿Qué hacer al respecto?
La tentación forma parte de la madurez
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