La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Sueño?¿Realidad?¿Umbral?

¿Sueño?¿Realidad?¿Umbral?
Ya no sé por dónde camino cuando camino en esta vida. No sé si lo que me está pasando es una pesadilla tan terrorífica que parece real, o si es una realidad que me está resultando tan asombrosamente perfecta que pasa el Umbral de la realidad. La verdad no lo sé. Porque, a veces, resulta difícil diferenciar qué es real, qué es ilusión y qué es sueño. Y otras resulta tan difícil estar en la realidad, ilusionado, pero simplemente soñando y no viviendo.
Pues anoche, tuve esa duda. Tuve esa incertidumbre en el cuerpo ya que no sabía si lo que me estaba ocurriendo era real, o simplemente un sueño producido por el deseo y las ganas de dormir. Hasta que me desperté y por fin diferencie qué era real, y que era sueño. Y seguramente se imaginen a que me refiero, a que era lo que dudaba si era real o sueño. Dudé si de verdad había pasado esa noche tan perfecta, como otras tantas que he pasado a tu lado. Dudé si te había tenido entre mis brazos, o simplemente estaba estrujando a la almohada mientras soñaba contigo.
Suena bonito, lo sé, pero es la verdad, lo dudé. Hasta, que cuando abrí los ojos cerca de las 11.50 de la mañana. Me dí cuenta, de qué soñé y qué no. Y el estar a tu lado, el tenerte entre mis brazos y tú, no eran solamente sueños. Eran realidades que iban más allá de la perfección.

Estoy empezando a dudar dónde está el umbral de los sueños y la realidad.

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