La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

jueves, 13 de diciembre de 2012

11, 10, 9, 8.

Me gusta pensar que no hay final, ni alegre ni feliz, simplemente que no lo hay, porque no puede ocurrir. La característica de celestial y eterna nos precede, y lo celestial, eterno y sensible, como sabiamente dijo Platón, no es perecedero, sola y exclusivamente, puede ser. Y así es, así ocurre, así eres para mi. Te presentaste como conocida, tras ser amiga, mi mayor confianza y acabaste siendo todo para mi. Lo que nadie siquiera podía soñar ser para mi, lo que ni yo mismo podría haber imaginado, lo eres tú, y estás aquí, en mi corazón. Tuyo es.
Pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, tu sitio está en mi corazón y si no quieres ocuparlo da igual, pues será tuyo para toda la eternidad.

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