Opresión.

Una crisis mundial que increíblemente está acabando con todos nosotros, y destrozando la vida de miles de personas. No obstante no es ni la primera ni última de esta vida. Así la evolución histórica, como casi todo en esta vida es un arma de doble filo, una moneda de dos caras completamente distintas. Por un lado toda la evolución de la vida, todos los avances que poco a poco han mejorado nuestra calidad de vida, pero por otro lado han cavado una tumba cada vez más profunda e inexpugnable. Y así llegamos al día de hoy pasando por el control de los bienes, los excedentes, la economía, la acuñación de la moneda, las clases sociales.
Dando lugar a una crisis que nos ha demostrado la confianza que se puede tener en los Bancos, la firmeza de los mismos, y sus intereses, las verdad, bastante obvios. Y aquí estamos viendo como tras sus errores y la pérdida de su dinero, tras haber confiado en ellos, ahora nos utilizan, ni más ni menos nos echan de nuestro propio derecho, nos lo niegan, y nos lo quitan. Buscando hacer crecer su economía, a través de nuestra decadencia. Desahucios, hipotecas, prestamos imposibles, intereses. ¡¡SANGRE!!. Nos sangran y nosotros nos callamos. Y poco a poco el recuerdo de nuestro poder se hunde en el olvido. El poder es de la gente, del pueblo. Es de los que se sienten débiles, de los que creen que no tienen batuta en esta canción. Y siempre ha sido nuestro, no de los dirigentes, ni de los gobernantes, ni de los dictadores, tiranos, y democráticos que dicen mirar por nosotros.
Pero alzando el puño, las armas y los derechos. Si nos alzamos contra los que nos oprimen, serán ellos los oprimidos.

Si muchos son los peces chicos, el grande huye.