No encuentro palabras para definirlo. Pese a que siempre me ha gustado caracterizarme como una persona que siempre expresa lo que siente y piensa. Hay veces que las palabras son extremadamente grandes y duras y no pueden salir por la garganta por mucho que dilates. Creemos que nada es cierto, que cuando algo escapa a nuestras espectativas lo vemos como un infierno, como una presencia diabólica, y nos autoenterramos, o de forma general, enterramos los causantes. Y con el miedo huimos, y escapamos de situaciones que nos obligan a poner todas las cartas sobre la mesa. ''Pasamos de esta mano, debido las putas cartas''. Excusas para nuestra culpabilidad. Pero en gran parte seguimos con remordimientos dentro de nosotros, y si no los tenemos que nos hemos separado de la raza humana.
Y hasta que no llega nuestra hora no nos damos cuenta de la verdad, de que lo que nos avisaron se ha cumplido. De los grandes errores que hemos cometido, pero entonces ya tenemos las manos manchadas de sangre, y para colmo el corazón parado.
Porque lo hoy es un motivo de paz, mañana será un motivo de guerra.
No obstante, creo que puede existir alguna salvación. Solo si despertamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario