Tu felicidad es tuya, jamás dejes que caiga en las manos y por lo tanto, que dependa, de aquello que no es eterno, que es perecedero, de algo que puede desaparecer de tu lado, de algo que puedes perder. Porque la felicidad es el motivo de tu vida, pero en manos equivocadas, es un arma que usan contra ti, y te controlan mediante ella.
Debes de saber quién la maneja, y quién podría controlarla, porque no solo majarían tu estado de ánimo, si no tu vida por completo.
Es cierto que hay que ser feliz, pero cuidado con dónde depositas tu felicidad.
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