La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Sin ti.

Fuiste tú, lo conseguiste, me hiciste despegar manteniendo los pies en el suelo y en la realidad. Me hiciste llegar hasta el cielo, hasta las nubes, más allá de lo simple y lo normal, me hiciste conocer la perfección. Me hiciste conocer que una vida mejor puede ser posible. Fuiste mis alas, fuiste el proyectil, el cohete. Fuiste aquella persona que cogió mi corazón y lo elevó a donde nadie más puede cogerlo, para quedartelo, y así será eternamente. Esperé la vida para conocerte, para verte, para ponerte cara. Podría haber sido un sueño, podría haber sido un viaje para luego caerme desde lo más alto, sin embargo, no fue así. Con los pies en el suelo, me elevaste, sin ilusiones ni mentiras, solo sentimientos de amor, alegría y felicidad. Y entonces me he dado cuenta de que te necesito, de que me he vuelto adicto a la sensación de que seas tú quien me haga feliz, de que seas tú la que me encanta. Me he dado cuenta de que nada me queda sin ti.

No sé si eres un cielo por llevarme hasta las nubes, o eres una nube por llevarme hasta el cielo.

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