Tenemos la costumbre de quedarnos mirando cuando una puerta se cierra, que no nos damos cuenta que la vida no está abriendo otras tantas y con mejor camino y destino. No deberíamos depender, y si dependes, que sepas cuál es tu droga, sus efectos, sus pros y sus contras. Pero aún así sigues teniendo una vida, y somos nosotros mismos, los que decidimos como vivirla y somos nosotros quienes tenemos que vivirla, por que al final, ni él, ni ella, ni nadie, morirá en tu lugar.
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