Lo malo que tiene vivir una vida en directo, es que en ningún momento puedes coger le mando y decir.. ¡STOP! No puedes adelantar, no puedes rebobinar. Ni tan siquiera puedes reiniciar. Simplemente todo pasa, y nuestros actos solo son pequeños e insignificantes condicionantes de lo que va a pasar, pero nada de lo que hagamos puede cambiar lo que está por venir. No es como un DVD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario