Todos aprendemos, más lento o más rápido, de una forma u otra. Con o sin errores, con o sin tropezones, aprendemos sí o sí. Y tras aprender los remordimientos y la lógica nos invade haciéndonos rectificar, corregir nuestros errores.
Si aprendes es por que no quieres, pero si no cometes errores, no eres persona.
Los errores son constantes, por eso un lápiz trae goma para borrar.
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