La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

jueves, 24 de enero de 2013

Muchas veces me ha pasado pero poco a poco lo estoy evitando, poco a poco lo estoy empezando a dominar. Mi objetivo está claro, controlo el aliento, incluso los latidos. Controlo el pulso y los movimientos, siempre consciente del peligro y de las consecuencias, actuando con cabeza y con firmeza, y siempre con voluntad y entrega.
Y esta vez, yo decido los objetivos, yo decido dónde y cuándo apuntar. Yo decido cuando disparar, y el premio es para mi.
Y nada ni nadie podrá interponerse entre mi destino y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario