Si eres capaz de devolver ,
con
una sonrisa una traición ,
si eres capaz dar tu mano a
quien ,
con la suya te señalo.
Son muchos los palos que nos llevamos a lo largo de la vida, casi tantos que aveces hasta nos cuesta contarlos, y llega un momento que hemos perdido tantas veces la cuenta, decidimos dejar de contar y no volver a contar jamás. Pero somos así, y volvemos a hacerlo. Cada palo que se suma a la lista implica recordar los anteriores, queramos o no así es.
Y te das cuenta que hay todo un abanico de ellos. Increíble, piensas al principio, pero bueno, a fin de cuentas es tu vida. Que dejan cicatriz o invisibles, que te destrozan o que ni los sientes. De frente o por la espalda.
Y es entonces. Cuando surge la diferenciación de personalidades. Una vez que se da la vuelta a la tortilla, y eres tú quien tiene que dar la mano o señalar. Es ahí cuando puedes demostrar como eres verdaderamente y eso son los verdaderos sablazos.
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