La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

martes, 8 de enero de 2013

Levantarse y luchar.

Son tantas las cosas que quiero decir, son tantísimas las palabras. Pero son tan escasos los momentos oportunos para decirlos. Sin embargo ahí seguimos esperando nuestro momento, y poder gritar ''¡REVOLUCIÓN!'', ''¡SE ACABÓ!''. Coger el poder que nos fue dado hacer uso de él como es debido. Pues las palabras pueden ser dulce poesía delicada y dedicada con el corazón para enamorar. Pero también pueden ser portentosas armas de destrucción masiva de aquello que los puños no alcanzan a dañar. No matan, pero provocan sufrimientos peores que la muerte. Y el pueblo, tiene ese poder. No olvidemos que los que están al mando de nosotros lo están porque les votamos, los que necesitamos, son necesarios porque nosotros lo queremos. Los que deciden sobre nuestra vida, a fin de cuentas es por que les dejamos decidir.
Todos somos guerreros en potencia y tenemos la facultad, el deber y sobre todo el poder de hacer lo que es correcto por encima del beneficio propio en busca del beneficio común.
Armas en mano, me siento preparado para la batalla, que venga tarde o pronto, o como si no viene. Pero a mi no me van a pillar desprevenidos.

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