La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

sábado, 5 de enero de 2013

Yin en Yang, y Yang en Yin


Cuando un sueño se te muera 
o entre en coma una ilusión, 
no lo entierres ni lo llores, resucítalo. 

Cuando todo parece estar acabado, cuando creemos que ya nada puede salvarnos ni ayudarnos, que el hilo se está deshilando y que los tornillos se están destornillando. Cuando parece que el mal te ataca, y la oscuridad se cierne sobre tu caída, sobre el suelo que pisas, sobre aquel campo de flores donde plantaste todas tus empresas y proyectos. Cuando ves que el destino te devuelve la estocada por aquello por lo que luchaste a capa y espada, y entonces te ve entre la espada y la pared. Cuando sentimos la rugosidad de la soga que devora tus alientos, mientras que las letras se quedan en el tintero y las plumas se van volando jugando contigo.

Cuando creemos que lo hemos perdido todo, y no hay lugar para la esperanza. En el Yin, aparece un pequeño Yang, y te das cuenta que aún quedan rayos de luz, que por tu acción o por la de los que te rodean poco a poco se hace más grande, vislumbrando un camino que antes la oscuridad y las tempestades no te dejaban ver. Es algo que todos deberíamos aprender para ser mejores personas con los demás, pero sobre todos con nosotros mismos. Aprendiendo así a ver más allá de lo que parece obvio. Siendo lo obvio la oscuridad, y lo que se encuentra más allá un destino más claro. No obstante también hay que tener en cuenta que dentro del Yang se despierta un Yin, por lo que debemos ir con pies de plomo.

cuando un sueño se muere 
es porque se ha hecho real

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