La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

viernes, 18 de enero de 2013

He conseguido. Estoy consiguiendo. Conseguiré

Un día me juré entregarme a todo aquello que me importa, a luchar por aquello que es justo y honrado. A pelear a capa, espada, y palabras por aquello que me es valioso, que me resulta necesario, que no puedo vivir sin ello. También me juré ser constante con las metas que me impongo, me juré seguir corriendo hacia los objetivos que pongo en el horizonte, por mucho monte, montaña, desfiladeros o rascacielos que me encuentre en mi camino.
Son muchas las metas que me he puesto, son muchos los objetivos a los que he apuntando, aguantando la respiración e intentando controlar el pulso para acertar, y si fallaba, volverlo a intentar, una y otra vez, aunque falle, aunque parezca absurdo, aunque otros digan que es un caso perdido, que es una meta imbécil, inmadura, idiota, lo que sea. Me juré que jamás movería la mirilla hasta conseguirlo. Y sin quitar importancia a los trofeos, que, suelen traer nostalgia, continuar a por los siguientes objetivos.

Y hoy veo tanto lo conseguido como lo por conseguir. Lo por conseguir, pues para qué engañarnos, me encanta, son unas metas que me encanta perseguir a toda costa. Lo conseguido, a menudo me pregunto y es al 100% lo que buscaba. Pero ya no puedo hacer nada, así que disfrutaré y estaré orgulloso de esas victorias.

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