La vida son los miseros segundos que deciden la cara o cruz de la moneda que está de canto encima de la mesa.

sábado, 5 de enero de 2013

La luz de mi mundo.

Sea de noche o de día, o incluso de madrugada. Sea aquí, allí o en el fin del mundo. Sea en situación de ensueño, de dolor o de alegría interminable. Sea como sea la situación, el momento, el lugar, hora y segundo. Sea como sean cada una de las circunstancias. Tengo un sol siempre conmigo. Lo descubrí hace mucho tiempo, mientras se alzaba lento pero potente desde un día Tres de Octubre. Pero este sol no nace en el Este y se pone en el Oeste. Este sol, sale en el norte, y sigue allí, cada vez más y más arriba, casi encima de mi, sin provocar ninguna sombra. Poco a poco fue iluminando cada una de las sombras de mi vida, hasta que no quedaba ninguna. Solo luz.
Pero lo que más me gusta de esto, es que es un Sol que sé que jamás se pondrá, jamás empezará a decaer. Lucharé por que no caiga, lucharé porque se mantenga allí arriba iluminando mi vida. Brillante y radiante. Solo puede empezar a iluminar más fuerte y a mayor velocidad.
Y este sol tiene nombre propio...

22/10/10

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