Conforme pasa cada instante me doy más cuenta de que mis palabras están fundamentadas, que no hay aun guión escrito que nos determina y delimita nuestro umbral de acción, y de ser así tenemos el poder de cambiarlo, y de tomar las riendas. Es tan simple como ponerse en un valle entre dos montañas, y por supuesto es únicamente nuestra la decisión de qué montaña subiremos.
Es cierto que son muchos los factores que influyen en la elección, altitud, dificultad, luz u oscuridad, etc. Pero quien no se pone metas, no las consigue, y siempre quedará estancado en el valle, pero sobre todo, quiero que perduren las siguientes palabras:
Somos nosotros los que nos encontramos en el valle. Y a fin de cuentas nosotros decidimos cuál es nuestro norte, cuál es nuestro reto y aquello que vamos a escalar. Nadie debería decidir por nosotros y por supuesto, los comentarios deberían obtener un caso omiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario