Tarde o temprano no damos cuenta que de una u otra forma, para bien o para mal, acabamos dejando una huella grande o pequeña en todas las personas que interfieren en nuestra vida. Y también dejan huella en nosotros. Pero la mejor forma de evitar que esto pase es quitando la importancia que ni siquiera las huellas merecen.
Somos como queremos. Y nosotros mismos decidimos como nos afectan las cosas. Y por lo tanto tambien las presencias.
Siempre dejamos nuestras plumas como marcas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario